miércoles, 25 de enero de 2012

Es Imposible Vivir Sin Mentir


Tiempo atrás platiqué con un amigo mío por internet. Éste puso el alias de “Fer lies” y yo pregunté que por qué tenía la palabra lies (mentiras en ingles) o que si era por ser mentiroso. Y él me respondió que todos mienten y por eso escogió esta palabra. Yo le respondí que las mentiras son tan necesarias como una religión por el hecho de que evitan que nos destruyamos unos a otros, pero tal vez no fui muy explicito ante esta situación. Por esta razón abordaré de nuevo el tema.


Algunas personas deben de decir que nunca mienten, pero ¿será esto verdad? No es posible siempre decir la verdad, pues si lo hacemos acabaríamos completamente solos porque lastimaríamos a las personas que decimos amar. Les haríamos daño al mostrarles nuestros verdaderos sentimientos y pensamientos.

Una mentira es un engaño. Un engaño que manifiesta con un silencio, inventando historias falsas y acceder ante los deseos de otros para evitar el odio y las peleas. Esto es lo que me hizo pensar que muchísimas veces debemos de mentir, pero no para engañar sino para no lastimar. La religión, cualquiera que sea, nos limita y evita que nos alejemos de lo que es correcto y por consiguiente no destruirnos a nosotros mismos. Sin ésta  actuaríamos sin límites y pasaríamos de la libertad al libertinaje. Por eso Montesquieu aceptó que debe de existir la religión para controlar al hombre. Y Platón en “La Republica” accede a que se le puede mentir al pueblo por su propio bien estar. Así, las mentiras sirven exactamente para lo mismo solo que en menor magnitud que la religión.

La mentira para quien la usa correctamente, la minoría, nos ayuda a no destruirnos porque al decir la verdad en todo momento tendremos que herir a las personas que no son capaces de aceptar sus errores, y por conclusión seríamos odiados. Poco a poco nos quedaríamos en soledad, y para el hombre, que es sociable por naturaleza, esto le causaría un fin lento y agonizante. Entonces creo que podría aplicarse lo que llamamos “mentiras piadosas” para mantener diferentes situaciones bajo control, no herir a seres que son queridos y cuidar de nosotros mismos.

Muchas de las personas que realmente nos quieren deben, por distintas razones, mentirnos. Si nos mienten, entonces podría ser que no tenemos la capacidad en ese momento de aceptar la realidad. Le doy las gracias a quien miente para no causar sufrimiento a los demás aunque sea una terrible carga llevar esa mentira todo el tiempo y más aun sabiendo que al ser descubierto causaría un dolor superior que si hubiera dicho la verdad.

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